Los primeros registros de algo parecido a los cupcakes datan del siglo XIX en Estados Unidos. Se les llamó “cup cakes” porque los ingredientes se medían utilizando tazas en lugar de balanzas, lo que hacía la receta más rápida y práctica. Además, a diferencia de los grandes pasteles tradicionales, eran horneados en pequeños moldes individuales, lo que facilitaba la cocción y las porciones. Con el tiempo, estos “pasteles en taza” se popularizaron en reuniones familiares y celebraciones por su tamaño perfecto para una sola persona.
Por otro lado, los muffins tienen una historia algo distinta. En Inglaterra, ya en el siglo XVIII existían los “English Muffins”, una especie de panecillo plano y esponjoso que se cocinaba sobre planchas. Más tarde, en Estados Unidos, el término “muffin” comenzó a usarse para referirse a versiones más parecidas a pequeños pasteles dulces o salados, horneados en moldes similares a los cupcakes.
A lo largo del siglo XX, los cupcakes se convirtieron en todo un símbolo de la repostería americana, especialmente a partir de la década de 2000, cuando comenzaron a aparecer tiendas especializadas dedicadas exclusivamente a ellos, ofreciendo sabores innovadores y decoraciones creativas.
Curiosidades 📝
Los cupcakes se popularizaron enormemente en la cultura pop gracias a series y películas, como “Sex and the City”, que dio fama internacional a la tienda Magnolia Bakery en Nueva York.
Existen cupcakes de todo tipo: desde los clásicos de vainilla o chocolate, hasta versiones gourmet con rellenos de crema, frutas, galletas o incluso sabores salados.
En 2011, en Washington D.C., se elaboró un cupcake gigante de más de 1.200 kilos, considerado el más grande del mundo en ese momento.
🧾 Ingredientes (12 unidades aprox)
190 g (1 ½ tazas) de harina de trigo todo uso
150 g (¾ taza) de azúcar
120 ml (½ taza) de leche
115 g (½ taza / 1 stick) de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
2 huevos grandes
2 cucharaditas (8 g) de polvo de hornear (levadura química)
1 cucharadita (5 ml) de extracto de vainilla
1 pizca de sal
(Opcional: 50 g / ½ taza de chips de chocolate, frutas, nueces, etc.)
🥣 Utensilios necesarios
1 bowl grande
1 bowl mediano
Batidor de mano o batidora eléctrica
Espátula de silicona
Molde para muffins/cupcakes (12 cavidades)
Cápsulas de papel (opcional, pero recomendado)
Tazas y cucharas medidoras
Horno
👩🍳 Preparación paso a paso
Preparar el horno y los moldes
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
Coloca cápsulas de papel en el molde o engrásalo ligeramente.
Batir la mantequilla y el azúcar
En un bowl grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa y esponjosa.
Añadir los huevos y la vainilla
Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Agrega la vainilla.
Mezclar los ingredientes secos
En otro bowl, combina la harina, el polvo de hornear y la sal.
Unir las mezclas
Agrega los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla alternando con la leche.
Mezcla suavemente hasta integrar.
Rellenar los moldes
Distribuye la masa en los moldes, llenando cada cavidad hasta 2/3 de su capacidad.
Hornear
Hornea durante 18–22 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio.
Enfriar
Decora o sirve directamente
✅ Tips finales para cupcakes perfectos
- No sobrebatas la mezcla después de añadir la harina: así quedan más suaves.
- Usa ingredientes a temperatura ambiente para una mejor textura.
- Si quieres cupcakes más húmedos, sustituye la leche por yogur natural o buttermilk.
- Puedes conservarlos en un recipiente hermético hasta 3 días a temperatura ambiente o congelarlos hasta 2 meses.
- Para un sabor diferente, añade cacao en polvo (20 g) a la harina y tendrás muffins de chocolate.