Macarons Franceses | Receta Clásica de la Repostería Parisina

Los macarons franceses son pequeños dulces elegantes y coloridos que hoy se asocian con la alta repostería parisina, pero su historia se remonta varios siglos atrás y con algunas sorpresas.

El origen del macaron no es francés, sino italiano. Se cree que fue creado en el siglo VIII en monasterios de Venecia, donde se elaboraban galletas de almendra llamadas maccherone. Sin embargo, fue en el siglo XVI cuando los macarons llegaron a Francia, gracias a Catalina de Médici, quien al casarse con el rey Enrique II de Francia llevó consigo a sus chefs italianos y sus recetas.

En un inicio, los macarons eran simples galletas redondas hechas de almendra, clara de huevo y azúcar, sin relleno y con una textura más rústica. Se consumían en diferentes regiones de Francia, cada una con sus variaciones locales.

La transformación en el macaron moderno ocurrió en el siglo XX en París, en la famosa pastelería Ladurée, donde se introdujo la idea de unir dos conchas ligeras y crujientes con un relleno cremoso en el centro, generalmente ganache, crema de mantequilla o mermelada. Desde entonces, los macarons se convirtieron en un símbolo de refinamiento francés, conocidos por sus colores vibrantes y su delicada textura.

Hoy en día, los macarons son reconocidos en todo el mundo y se ofrecen en infinidad de sabores: desde los clásicos de vainilla, pistacho o frambuesa, hasta combinaciones modernas como té verde matcha, lavanda o caramelo salado.

Curiosidades 🌟

  • En Francia, los “Macarons de Nancy” fueron populares desde el siglo XVIII, elaborados por monjas benedictinas.
  • El macaron moderno es considerado una de las galletas más difíciles de preparar, ya que requiere precisión en las proporciones y en la técnica de batido y horneado.
  • Cada año en Francia se celebra el “Día del Macaron” (Jour du Macaron), impulsado por Pierre Hermé, otro de los grandes nombres de la pastelería francesa.
  • Aunque a menudo se confunden, los macarons no son lo mismo que los macaroons (con dos “o”), estos últimos son galletas de coco rallado, populares en Estados Unidos y con una textura completamente distinta.

🧾 Ingredientes (20 a 24 unidades)

125 g (1 taza) de harina de almendra muy fina

225 g (1 ¾ tazas) de azúcar glas

110 g (4 claras de huevo grandes) a temperatura ambiente

30 g (2 cucharadas) de azúcar granulada

1 cdta (5 ml) de extracto de vainilla (opcional)

Colorante en gel (según el color deseado, nunca líquido)

150 g (1 taza) de chocolate negro o con leche troceado

100 ml (⅓ taza + 1 cucharadita) de nata (crema de leche, mínimo 35% grasa)

20 g (1 ½ cdas) de mantequilla sin sal


🥣 Utensilios necesarios

2 bowls grandes

Tamiz o colador fino

Batidora eléctrica (de varillas o de pie)

Espátula de silicona

Manga pastelera con boquilla redonda lisa (½ cm / ¼ pulgada)

Bandeja de horno

Papel de hornear o tapete de silicona

Horno


👩‍🍳 Preparación paso a paso

Tamiza la harina de almendra y el azúcar glas juntos.

Reserva en un bowl.

Bate las claras a velocidad media hasta que espumen.

Añade el azúcar granulada poco a poco y sigue batiendo hasta obtener picos firmes y brillantes.

Agrega la vainilla y el colorante en gel si deseas.

Incorpora la mezcla de almendra y azúcar glas a las claras montadas en 2–3 tandas.

Mezcla con movimientos envolventes hasta lograr una textura lisa y fluida, que al dejar caer forme un “listón” que se integre en 10 segundos.

Coloca la mezcla en una manga pastelera con boquilla redonda.

Forma círculos de 3–4 cm sobre papel de hornear o tapete de silicona.

Golpea suavemente la bandeja contra la mesa para eliminar burbujas de aire.

Deja reposar los macarons a temperatura ambiente de 30–60 minutos, hasta que al tocarlos suavemente no se peguen al dedo.

Hornea en horno precalentado a 150 °C (300 °F) durante 14–16 minutos.

Deja enfriar completamente antes de despegarlos.

Calienta la nata hasta casi hervir.

Vierte sobre el chocolate picado, deja reposar 2 minutos.

Mezcla hasta fundir.

Añade la mantequilla y mezcla hasta que esté brillante.

Refrigera 20 minutos para que tome consistencia.

Une las conchas de macarons en pares del mismo tamaño.

Coloca el ganache en una manga pastelera y rellena el centro de una concha.

Tapa con otra, presionando ligeramente.

Guarda los macarons en la nevera 24 horas antes de servir: esto mejora su textura y sabor.


Tips finales para macarons perfectos

  • Usa harina de almendra muy fina; si no, procésala en un molinillo y tamízala bien.
  • Las claras deben estar envejecidas (refrigeradas 1–2 días y llevadas a temperatura ambiente antes de batir).
  • El tiempo de secado es crucial: si no se forma costra, se romperán en el horno.
  • Usa tapete de silicona con guías para que queden del mismo tamaño.
  • Conserva los macarons en la nevera hasta 5 días en recipiente hermético.

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