La sorprendente historia de la Pizza

Un viaje desde la masa hasta el mito

La sorprendente historia de la pizza: de comida de pobres en Nápoles a icono global empieza con una base muy simple: harina, agua, levadura, aceite y la creatividad de la gente. Lo que hoy reconocemos como pizza no nació en un laboratorio ni en una cocina de lujo, sino en las calles y obradores de Nápoles, entre vendedores ambulantes y hogares que necesitaban una comida barata, rápida y saciante. Con el paso de los siglos esa preparación humilde adoptó ingredientes locales (tomate, mozzarella, aceite de oliva) y una narrativa —la famosa anécdota de la pizza Margarita— que la catapultó hacia la fama.

Este artículo recorre, sección por sección, los hitos históricos, sociales y culturales que convirtieron a la pizza de “comida de pobres” en un fenómeno gastronómico global. Analizaremos orígenes, protagonistas, migraciones, adaptaciones culturales y tendencias futuras: desde la pizzería napolitana hasta las cadenas internacionales, pasando por versiones regionales sorprendentes y la llegada de la pizza a la alta cocina.


Los orígenes de la pizza en Nápoles

Una comida de pobres en el siglo XVIII

La pizza, en su forma primitiva, surge en Nápoles como respuesta a la necesidad: pan plano que se podía aromatizar y enriquecer con ingredientes baratos. En el siglo XVIII la ciudad era densamente poblada y marcada por la desigualdad; la clase trabajadora necesitaba alimentos económicos y fáciles de preparar. La “pizza” —término que aparece en documentos italianos antiguos— era comida callejera: la masa cocida en planchas o sobre piedras calientes, servida con aceite, ajo y a veces con hierbas y quesos locales. Era un plato funcional, hecho para alimentar jornaleros, carteristas, marineros y vendedores.

Ingredientes simples y accesibles

La magia de la pizza nació de la disponibilidad local: tomates (introducidos desde América en el siglo XVI y adoptados en el sur de Italia), harinas de trigo asequibles y quesos como la mozzarella (especialmente la de búfala en Campania). Tomates San Marzano y mozzarella di bufala se convirtieron en emblemas por su calidad y por el equilibrio que ofrecían a la masa simple. Además, la facilidad de cocinar en hornos de leña y la economía de los ingredientes hicieron que la receta popular se difundiera rápidamente en barrios populares.


La reina Margarita y el nacimiento de la pizza moderna

El encuentro entre el pueblo y la realeza

La historia oficial más difundida sobre la pizza moderna cuenta que en 1889 el rey Umberto I y la reina Margarita de Saboya visitaron Nápoles. El pizzaiolo Raffaele Esposito, invitado a la corte, preparó tres pizzas. La favorita de la reina fue una que reproducía los colores de la bandera italiana: rojo (tomate), blanco (mozzarella) y verde (albahaca). Esposito nombró la pizza en su honor: “Margherita”. Aunque algunos historiadores discuten la veracidad completa del relato, la anécdota funcionó como símbolo: una comida popular cruzando la barrera social y adquiriendo prestigio cultural.

La simbología de la pizza Margarita

La pizza Margarita se volvió icono porque simboliza varios elementos: la simplicidad bien ejecutada, el uso de ingredientes locales de calidad y la unión entre lo popular y lo nacional. Fue una especie de legitimación: si la realeza podía apreciar una comida de la gente, entonces esa comida tenía valor cultural. A partir de entonces la pizza empezó a perder su etiqueta de “pobre” y a convertirse en objeto de orgullo local y luego nacional.


La expansión de la pizza hacia el mundo

El papel de la migración italiana en América

La gran ola migratoria italiana hacia finales del siglo XIX y principios del XX proyectó la pizza fuera de la península. Migrantes llevaron recetas, técnicas y pizzerías a ciudades como Nueva York, Buenos Aires, São Paulo y Londres. La pizza encontró un público nuevo: comunidades italianas que añoraban sabores de casa y sociedades urbanas en crecimiento que buscaban comidas prácticas y sociales.

La primera pizzería en Estados Unidos

En 1905 se acredita a Gennaro Lombardi la apertura de la primera pizzería con licencia en Nueva York (en Little Italy), aunque existían puestos y hornos informales antes. A partir de allí la pizzería se consolidó como comercio urbano: un lugar donde comprar rebanadas o pizzas enteras, socializar y experimentar. Con el tiempo las recetas se adaptaron a ingredientes locales y capacidades del mercado, dando origen a variantes únicas como la pizza “newyorkina”.


La pizza en la era de la globalización

Las cadenas internacionales y la popularización

A partir de la segunda mitad del siglo XX la pizza sufrió una acelerada industrialización: cadenas como Pizza Hut y Domino’s llevaron modelos de franquicia a escala global. La conveniencia (entrega a domicilio), la estandarización y la publicidad ayudaron a convertir la pizza en “comida global”. Estas compañías introdujeron fórmulas de marketing, menús estandarizados, y sistemas logísticos que hicieron la pizza accesible en ciudades grandes y pequeñas de todo el mundo.

Adaptaciones culturales en cada continente

La pizza se transformó según los paladares locales: en Brasil se añadieron ingredientes como la catupiry (un queso cremoso local), en Japón surgieron coberturas como maíz, mayonesa japonesa y algas, y en India aparecieron versiones con especias y pollo tandoori. Estas adaptaciones muestran dos cosas: la flexibilidad intrínseca de la pizza y su capacidad para funcionar como lienzo culinario en casi cualquier cultura.


La pizza como fenómeno cultural y social

Símbolo de identidad italiana

Aunque la pizza es global, para muchos sigue siendo sinónimo de Italia y, en particular, de Nápoles. Asociaciones y escuelas (pizzaioli) promueven prácticas tradicionales —amasado, tiempos de fermentación, cocción en horno de leña— que conservan la identidad histórica del plato. La difusión internacional no ha borrado esa conexión; más bien, la transforma en orgullo cultural exportado.

La pizza en el cine, la música y la cultura pop

La pizza aparece como elemento simbólico en películas, series y canciones —desde escenas callejeras hasta reuniones familiares— ilustrando su rol como comida social y cotidiana. En la cultura pop se usa la pizza para comunicar juventud (pizzas para fiestas), conveniencia (delivery nocturno) o carácter local (pizzerías familiares). Así, la pizza no solo se come: se representa, se cita y se celebra.


La diversidad actual de la pizza en el mundo

Estilos regionales más famosos

La pizza actual es increíblemente diversa. A continuación, un repaso por estilos que ilustran cómo una receta básica puede ramificarse en formas radicalmente distintas.

Pizza napolitana vs. pizza romana

  • Pizza napolitana: Masa hidratada, borde (cornicione) pronunciado, horno de leña a alta temperatura, ingredientes simples y de alta calidad (tomate San Marzano, mozzarella di bufala). Textura suave y ligeramente carbonizada.
  • Pizza romana: Base más fina y crujiente, corte más rectangular en muchas pizzerías, se cocina más tiempo a temperatura moderada para quedar más crujiente.

La pizza neoyorquina y la de Chicago

  • New York: Rebanadas grandes y plegables, corte delgado en el centro pero con borde firme. Pensada para llevar y comer con las manos.
  • Chicago (deep-dish): Tarta alta, con masa gruesa que sostiene capas de queso y salsa; se come con cuchillo y tenedor y es casi una tarta salada.

La pizza japonesa y brasileña

  • Japonesa: Creativa y a menudo incorpora ingredientes como maíz dulce, mayonesa, algas o pescados locales; presenta combinaciones sorprendentes y delicadas.
  • Brasileña: Uso frecuente de ingredientes locales y quesos cremosos (catupiry), y variantes vegetarianas con frijoles, maíz o palmito.

Tabla comparativa rápida: estilos de pizza

EstiloMasaToppings típicosCocciónRegión
NapolitanaMuy hidratada, borde aireadoSan Marzano, mozzarella di bufalaHorno de leña, 450-485°CNápoles
RomanaFina y crujienteIngredientes simples, a veces en lonchasHorno eléctrico/lejíaRoma
New YorkFina pero flexibleQueso, pepperoni, tomateHorno comercialEEUU
Chicago (Deep-dish)Gruesa, tipo tartaMucho queso, salsa encimaHorno convencionalChicago
JaponesaVariable, a veces finaMaíz, mayonesa, algas, pescadosHornoJapón
BrasileñaDe grosor medioCatupiry, pollo, maízHornoBrasil

La pizza en la alta gastronomía

Chefs que reinventan la pizza

En las últimas décadas algunos chefs han llevado la pizza a restaurantes de alta cocina: investigan fermentaciones largas, harinas especiales (antiguas variedades de trigo), quesos artesanales y combinaciones de ingredientes raros. Esto no transforma la pizza en un plato hermético —sigue siendo accesible— pero sí demuestra su capacidad para ser reinterpretada con técnicas avanzadas.

De la calle al restaurante Michelin

No es infrecuente encontrar pizzerías reconocidas en guías gastronómicas y, en algunos casos, chefs con estrellas Michelin que incluyen “pizzas” en menús degustación. Aquí la pizza se convierte en ejercicio de técnica: temperatura precisa, tiempo de reposo de la masa, control de la humedad y selección rigurosa de ingredientes.


El futuro de la pizza: sostenibilidad e innovación

Ingredientes locales y orgánicos

Tendencias actuales empujan hacia ingredientes más sostenibles: tomates cultivados localmente, quesos artesanales con certificación, harinas de molinos locales y prácticas agrícolas regenerativas. La cadena de suministro se vuelve más corta porque los consumidores piden trazabilidad y ética en lo que comen.

Pizzas veganas y sin gluten

La innovación incluye versiones para dietas modernas: quesos vegetales más sabrosos, masas sin gluten que imitan textura tradicional y combinaciones veganas creativas. La tecnología de alimentos (mejoras en fermentaciones y sustitutos proteicos) hace posible que estas variantes se acerquen a la experiencia clásica sin perder calidad.

Además, la tecnología entra en la cocina con hornos inteligentes, robots pizzaiolos y “ghost kitchens” (cocinas solo para delivery) que optimizan producción y reducción de desperdicio.


Preguntas frecuentes sobre la historia de la pizza (FAQ)

1. ¿Dónde nació la pizza?
La pizza tal como la conocemos tiene raíces en Nápoles, Italia. Aunque panes planos con aderezos existían en otras culturas, la pizza napolitana —masa hidratada, tomate y queso— se consolidó en Nápoles entre los siglos XVIII y XIX.

2. ¿Quién inventó la pizza Margarita?
La versión más conocida atribuye la popularización de la pizza Margarita al pizzaiolo Raffaele Esposito en 1889, quien preparó una pizza para la reina Margarita con los colores de la bandera italiana. La anécdota es simbólica aunque algunos detalles históricos son debatidos.

3. ¿Qué diferencia hay entre pizza napolitana y pizza romana?
La napolitana tiene una masa más hidratada y un borde aireado, cocida rápido a muy alta temperatura en horno de leña. La romana tiene una base más fina y crujiente, con cocción más larga a menor temperatura.

4. ¿Por qué la pizza se hizo tan popular en América?
Principalmente por la migración italiana que llevó recetas y pizzerías; después la conveniencia, la cultura del delivery y las cadenas hicieron la pizza omnipresente.

5. ¿La pizza es patrimonio de la humanidad?
Aunque la pizza en sí no es Patrimonio de la Humanidad, la “arte del pizzaiuolo napoletano” (la tradición del pizzaiolo napolitano) fue inscrita por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial, reconociendo su valor cultural (esto ocurrió en años recientes).

6. ¿Cuál es la pizza más consumida del mundo?
Es difícil identificar una única “más consumida”, pero la pizza estilo slice (rebanada) y variantes con queso y pepperoni/pepperoni-like son extremadamente populares globalmente.

7. ¿Cómo conservar mejor una pizza ya preparada?
Para conservar sabor y textura, guárdala en refrigeración en un recipiente hermético hasta 2 días; para recalentar, utiliza horno o sartén para recuperar la textura crujiente (evita microondas si quieres corteza crujiente).


Conclusión: un plato humilde que conquistó el mundo

La sorprendente historia de la pizza: de comida de pobres en Nápoles a icono global es, en realidad, la historia de cómo la simplicidad se transforma en universalidad. La pizza nació como alimento funcional, se elevó con símbolos nacionales (Margarita), viajó con migraciones, se adaptó a culturas y paladares distintos y hoy convive en restaurantes callejeros, cadenas multimillonarias y menús de alta gastronomía. Su versatilidad—masa como lienzo—la hace infinita en posibilidades: puede ser un alimento económico, una experiencia gourmet o un experimento cultural.


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