Durante la Edad Media, distintas regiones fueron incorporando ingredientes locales y variaciones: en Inglaterra y Alemania aparecieron versiones más densas y especiadas, mientras que en Italia nació la variante con ricotta, muy popular hasta hoy.
El cheesecake moderno, sin embargo, tiene sus raíces en Estados Unidos. En 1872, un productor de Nueva York intentó recrear un queso francés (Neufchâtel), pero accidentalmente creó el queso crema, lo que revolucionó la receta. Así surgió el famoso New York Cheesecake, caracterizado por su textura cremosa, base de galletas trituradas y un horneado suave.
🧾 Ingredientes
Base de galletas:
200 g de galletas tipo María o Digestive
100 g de mantequilla derretida
Relleno de queso:
600 g de queso crema (tipo Philadelphia)
200 g de azúcar
3 huevos
200 ml de crema para batir (nata líquida)
1 cucharada de esencia de vainilla
Ralladura de 1 limón (opcional)
Cobertura (opcional):
🥣 Utensilios necesarios
Procesador de alimentos o batidora (para triturar las galletas)
Tazón grande (para mezclar los ingredientes)
Batidora de mano o varillas
Espátula
Bandeja para hornear
👩🍳 Preparación paso a paso
Preparar la base:
Tritura las galletas en un procesador o con un rodillo hasta obtener migas finas.
Mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta formar una masa homogénea.
Coloca esta mezcla en la base del molde, presionando bien para que quede compacta.
Lleva al refrigerador mientras preparas el relleno.
Preparar el relleno:
En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta que esté suave y cremoso.
Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Incorpora la crema para batir, la esencia de vainilla y la ralladura de limón.
Mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Hornear:
Precalienta el horno a 160°C o 320°F.
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas.
Hornea durante aproximadamente 60 minutos o hasta que el centro del cheesecake esté ligeramente firme al tacto.
Apaga el horno y deja enfriar el cheesecake dentro del horno con la puerta entreabierta para evitar que se agriete.
Reposo:
Una vez frío, refrigéralo durante al menos 4 horas o toda la noche para que adquiera la consistencia perfecta.